Cuando pensamos en robots, a muchos se nos vienen a la cabeza R2-D2, Terminator, Bender o Wall-E. Dejando a un lado la ciencia ficción, en la actualidad existen muchos autómatas y sus usos son muy variados. En este post, vamos a explicar qué es un robot colaborativo, también llamado cobot, y cuáles son las ventajas de su uso. Además, mostraremos las principales marcas que los fabrican, entre otros aspectos.
Los robots colaborativos o cobots son dispositivos de tamaño pequeño o mediano que, por lo general, trabajan junto a los humanos. Muchos de ellos tienen una forma que se asemeja a un brazo. Se diferencian de los robots industriales, que son de bastante mayor tamaño y suelen ubicarse en zonas aisladas de las factorías.
Los primeros robots colaborativos nacieron a finales de los años noventa, pero no es hasta ahora, dos décadas después, cuando llegan a empresas de todos los tamaños para mejorar los procesos productivos. Entre las marcas más destacadas que fabrican estos dispositivos se encuentran Universal Robots, Omrom, Fanuc y ABB.4.
Ventajas del uso de un robot colaborativo
Los cobots están creados para realizar las tareas más cansadas y repetitivas con el fin de que las personas no tengan que llevarlas a cabo. Así, los empleados se ahorran los trabajos más duros, que pueden provocarles lesiones, y también evitan las tareas que puedan resultar peligrosas para su integridad física.
Además, estos mecanismos de menor tamaño agilizan los procesos industriales, ya que cuando se produce alguna modificación en la fabricación, se reprograman y no es necesario estar cambiando de puesto a los trabajadores ni formarlos para nuevas tareas. También disminuyen los tiempos de producción al poder trabajar de manera constante, puesto que no es necesario ir deteniendo los dispositivos cuando las personas están trabajando cerca de ellos.
En resumen, el trabajo colaborativo crea un proceso de producción en el que el trabajador realiza las operaciones artesanales y el robot desarrolla las tareas repetitivas y pesadas.
Los cobots están pensados para trabajar de dos maneras, según las necesidades que tenga la empresa:
- La primera: comunicándose con otros robots o máquinas del proceso productivo
- La segunda: colaborando exclusivamente con los empleados de carne y hueso, ayudándolos en los procesos de producción de diversas formas
Los robots colaborativos son más fáciles de transportar y seguros
Los robots industriales y los colaborativos sirven prácticamente para lo mismo, pero los cobots presentan algunas diferencias con sus “hermanos mayores”. En primer lugar, son más ligeros de transportar, debido a sus dimensiones.
Resultan ideales cuando el espacio es reducido, ya que no necesitan vallado, o cuando se precisan en distintos puntos de la fábrica.
Por otra parte, son mucho más seguros para los empleados, ya que están pensados para trabajar con las personas codo con “codo robótico”. Estos dispositivos disponen de sensores que detectan la presencia humana y ralentizan o directamente detienen su trabajo para no poner en peligro a los trabajadores. Además, su forma es redondeada e incluso algunos están acolchados para evitar daños.
La instalación y el montaje de los robots colaborativos es relativamente sencillo. Del mismo modo, suelen ser más asequibles que los industriales, por lo que las Pymes pueden invertir en ellos con más facilidad y amortizarlos en un menor espacio de tiempo.
Además, su programación resulta muy asequible. El lenguaje usado para ello es intuitivo y permite que operarios sin excesivos conocimientos técnicos los puedan poner en marcha. Es más, la manera de programar algunos de ellos también es colaborativa, ya que un empleado puede grabar posiciones simplemente moviendo el robot con sus propias manos.
Los cobots pueden realizar multitud de funciones
Los cobots pueden desarrollar multitud de funciones. Pulir, atornillar, empaquetar, pegar o soldar son las más usuales. Otra de las tareas que se les suele “encargar” es la de ir recogiendo distintas piezas para que las dejen donde se les indique. Como vemos, todos son trabajos muy repetitivos y cansados para las personas.
Pero además, con las herramientas precisas, la lista de tareas se puede ampliar. Por ejemplo, un robot colaborativo con una ventosa es capaz de sacar piezas de moldes. Del mismo modo, estos dispositivos también son capaces de desempeñar trabajos relacionados con el control de calidad y la supervisión de maquinaria, entre otras funciones.
Ahora que ya te hemos contado qué es un robot colaborativo déjanos ayudarte a diseñar y elegir el más apropiado para la actividad de tu empresa, nos puedes contactar aquí.